ME DICEN EL DESAPARECIDO

Escribe Hane Sormani

Lady Macbeth y Edipo, protagonistas de «Clandestinos». PH: José Miguel.

Negra es un novel colectivo teatral formado por los actores Mayra Nájar y Jesús Oro, una productora cuyo énfasis creativo está puesto en espectáculos artísticos y que ha encontrado en las características de Microteatro el espacio perfecto para dibujar los lineamientos iniciales de su concepto.

La comedia “El camerino de las vanidades” fue la primera obra con la que se aventuraron para este formato. Estuvo escrita por el canario Borja Texeira, dirigida por Oro y protagonizada por Nájar junto a la pareja de esposos Marycarmen Sirvas y Esteban Philipps, y narraba cómo un director de teatro saca provecho de la guerra de egos de dos actrices. La temporada fue un éxito, aval que los impulsó a seguir probando en el género. Así llegaron los montajes “Pollo para China”, “Carrie no asistirá”, “Ay, mi Rocío” y “El show de Lázaro” (estas dos últimas próximas a estrenarse).

La juventud brinda pocas certezas y una de ellas es saber que el espacio cómodo y seguro no es catalizador propicio para la creatividad, por eso “Clandestinos” marca una diferencia notoria. Escrita también por el español -que, valga decirlo, tiene como formación primera la actuación-, se trata de un texto político que critica sin sutilezas a los regímenes autoritarios y censores. A pesar de ello no difiere en esencia de la obra supracitada pues guarda la misma línea metateatral y deontología.

EL FUTURO ES AHORA
Los protagonistas (Lady Macbeth y Edipo) utilizan seudónimos que recuerdan a las principales obras de los padres del teatro universal. A pesar del homenaje nominal, por culpa del Gobierno Moralista ya no pueden ejercer como actores. Sin embargo él hallará la forma pues comprende que bajo esas circunstancias represoras es cuando el arte se hace más urgente y necesario.

“Cuando recién la leí me pareció compleja, intrincada, con un lenguaje pretencioso, en cierta manera –explica Esteban, director de la obra-. Sentí que estaba muy alejado de nuestra realidad, que se percibía muy claro el mundo español del dramaturgo. Así que la adapté, haciéndola más cercana al público de Microteatro Lima. Sin duda ha sido un riesgo pues éste suele buscar más comedias. Vienen a tomarse un trago, a reírse y relajarse. Pero la idea con esta obra era lograr que el público sienta, en esos 15 minutos, el impacto del mensaje que queremos dar de este futuro trágico.” Futuro, sí. Porque aunque toda la trama suene plausible de suceder actualmente, está situada dentro de 50 años.

A Patricio Villavicencio la obra le encantó ni bien la leyó y no dudó en protagonizarla: “Me gustó que mi personaje tenga varias aristas pues no sabes si es un agente del gobierno o un artista. También de lo que habla, que es cómo esta gente, en esa sociedad fascista, quiera seguir mostrando arte así sea a escondidas y a pesar del miedo”. Algunas de las referencias que utilizó para su caracterización fue el paradigma del “policía malo” y del Joker de DC Comics.

Esposos y teatristas: Marycarmen Sirvas y Esteban Philipps.

La estética propuesta por Philipps, remite a lo andrógino, a películas como “Quinto elemento” o “Divergente” y a la revolución francesa. El uso predominante del azul, blanco y rojo, es un sutil recordatorio reivindicativo de su ideología. “Mientras trabajábamos vi la obra en azul, no sé por qué”, ríe divertido al recordarlo. Marycarmen Sirvas es quien acompaña a Patricio en escena y su antagonista la construyó a partir del personaje Zulema Zahir, de la serie española “Vis a vis”.

“A pesar de las dudas iniciales, la reacción del público ha sido muy buena –remarca Estaban-. La relación tan fuerte que hay entre el arte y la política, de cómo esta influye en los artistas y cómo los artistas trabajan porque tienen una responsabilidad social y política, es lo que ha llamado la atención. A pesar que se plantea futuro, la posibilidad de que algo así suceda es cercana, al menos yo intuyo que así va a ser. Espero que no tan trágico como que el arte se vuela clandestino, pero sí será una lucha entre los que quieren culturizar el mundo, que la sociedad piense, y entre los que quieren tomar el camino de la ignorancia e idiotización.” Fuerte sentencia. Que el teatro sigue buscando caminos para enfrentarse a toda dictadura.