RUTAS DE LA LIBERACIÓN
Escribe Hane Sormani
En 2011, y tras algunos cambios, el grupo EspacioLibre, fundado por Diego La Hoz, tomaba la cueva del Centro Cultural Juan Parra del Riego –en Barranco- como su centro de creación y formación. Ahí, bajo la tierra, en noviembre de ese mismo año, tras meses de encerrona paleolítica, nació “Paréntesis”, unipersonal del actor Karlos López Rentería y que hoy, seis años después, se ha convertido en obra referente del grupo y –sin temor a afirmarlo- una clase maestra de actuación así como de la dramaturgia escénica y narrativa de Espacio Libre.
Ese mismo mes se estrenó formalmente en La Universidad Católica Santa María de Arequipa y al año siguiente se montó en Buenos Aires, en el escenario del emblemático grupo El Baldío. Para este 2017 está cerca de cumplir casi 200 funciones y su letanía inicial nos sigue hincando en cada representación: “Soy el que hace y deshace el error. Soy Cronos. El mismo que se comió a sus hijos y luego vomitó piedras. Soy el canto del pájaro Benú sobre la tierra primera. Soy Wiracocha. Soy Pachacámac de los temblores. Soy Llampallec de los mares. Soy Quetzalcóatl pariendo el quinto mundo. El fin de los tiempos. Todas las lunas. Todos los años. Todos los días. Todos los vientos. Todo llega a su culminación y se extingue. Hoy, en mi calidad de tiempo, debo hacer uso de mis alas”.
¿Por qué deciden celebrar una fecha tan especial (18 años) para un proyecto colectivo con una gira internacional?
DLH: Va más allá de una decisión. En la historia de EspacioLibre los viajes siempre han sido hitos y puntos de quiebre que van tejiendo su “entonces”.
KLR: Cuando cumplimos 15 años hicimos algo similar, pero con territorios de importancia a nivel más personal, de hecho siempre es personal el sentido de lo que hacemos, como Chiclayo y Quito y más adelante Arequipa. Chiclayo por ser mi ciudad de origen, Quito porque una parte de la etapa fundacional del grupo se fortaleció en esa ciudad y Arequipa la primera ciudad de una gira nacional.
¿Y la elección de Bolivia y Argentina esta vez a qué se debe?
KLR: Símbolos de la liberación, ¿no? (risas). San Martín comenzó todo en Argentina y Bolívar llegó hasta Bolivia, de hecho deben su nombre a él. Y nosotros tenemos el estigma en nuestro nombre EspacioLibre. Nos parecía importante hacer esa “ruta de liberación” llegada esta mayoría de edad que a ciencia cierta no sé qué garantiza ni qué significa realmente, solo sabía que debía trazar nuevas exigencias y éstas constituir algún nivel de simbología y sentido de misterio como suele ser nuestro oficio.
DLH: Eran lugares pendientes. En el caso de Tucumán había una deuda con el grupo La Vorágine. Ellos siempre nos decían que Buenos Aires no era Argentina. Y lo mismo decimos nosotros de Lima y el Perú. Hay que ser consecuentes no solo con nuestro país. Salta se abrió de inmediato cuando supieron que íbamos… Y La Paz, como lugar puente, no podía pasar así no más. Los territorios se construyen en el hacer y las fronteras son un mero protocolo.
De todas las obras del repertorio que tienen, como “Ratsodia” o “Los funerales de doña Arcadia”, además de cantidad de actores a movilizar, ¿por qué deciden viajar con “Paréntesis”?
DLH: La obras tienen vida propia. “Paréntesis” ha decidido ser la más longeva de nuestro repertorio y eso siempre es motivo de celebración. Simplemente, lo merece.
Tratándose de un texto que habla del tiempo y cómo éste afecta y mortifica al protagonista, un joven que está por cumplir 25 años, ¿cómo es regresar a los ensayos de esta obra?, ¿han tenido que realizar en algún punto modificaciones?, ¿les sigue hablando de la misma manera que hace seis años?
DLH: El teatro de práctica cotidiana que hacemos opera desde el ejercicio permanente de la observación y el autoconocimiento. Aprendemos en el hacer y el re-hacer. “Paréntesis” ha cambiado en tanto los implicados -incluso el espectador- también hemos cambiado. Sin embargo, la estructura es la misma. Hay nuevas percepciones/reflexiones que aparecen como parte del proceso y se filtran. Cuando sabes que el material escénico, aunque parezca terminado, sigue en proceso, entonces crece contigo. ¿El tiempo? Seguimos creyendo que el tiempo puede ser una cárcel que hay que abrir para volar.
EspacioLibre son ustedes dos principalmente, como cabezas, pero, a la vez, cubren su labor en varias actividades que parecen no dejar tiempo para el descanso. ¿Cómo hacen para salir de gira y seguir con las labores de la casa, el teatro, los cursos y funciones?
DLH: Ya pasamos esa etapa donde EspacioLibre era “diegocentrista”. Ahora podemos estar en varios lugares a la vez. Karlos es capaz de coordinar un equipo eficaz que esté en movimiento. Casa EspacioLibre tiene, después de cinco años de ejercicio ininterrumpido, una mecánica que nos permite tener funciones y talleres funcionando todo el año. Karlos y yo hemos aprendido a estar juntos en varios lugares a la vez. Supongo que estamos madurando… Y madurar es símbolo de libertad.
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