MENTIRA LA VERDAD
En "Recordar 30 años para vivir 65 minutos", Marina Otero se desnuda literal y metafóricamente. La creadora argentina, que transita entre la performance, el teatro testimonial y la autoficción, que con micrófono en mano irrumpe con su discurso desde la audiencia, que ya no puede bailar las coreografías que diseñó para su propio unipersonal debido a las lesiones sufridas por la fuerza violenta con que durante años las ejecutó, llegó a nuestro país gracias a la edición 2020 del Festival de Artes Escénicas de Lima.
MARINA OTERO: “ME INTERESA LO POLÍTICO HECHO CARNE”
Conversamos con la creadora argentina, quien escribe, dirige e interpreta la ¿obra? “Recordar 30 años para vivir 65 minutos”, sobre el proceso de este montaje de difícil definición, pues transita entre el teatro, la danza y lo performático, convirtiendo el ambiente en una constante pulsión entre ficción y realidad.
LA JUSTICIA MÁS ALLÁ DEL DRAMA
Cualquier tema puede ser llevado al teatro. Sin embargo, siempre habrá mayor dificultad en la ejecución de ciertas tramas sobre otras. ¿Cómo hace Chaska Mori y el equipo detrás de “El apellido comienza conmigo” para hacer llevadero un proceso judicial peruano en un formato teatral? Herramientas extrateatrales e hilos conductores entre lo público y lo privado le permiten a la autora ejecutar un testimonio con una temática muy poco explotada en la dramaturgia peruana.
¿QUÉ HA SIDO DE AQUELLOS HOMBRES?
Luego de ser seleccionada en la edición 2017 del programa Sala de Parto, “La terapeuta” de Gabriela Yepes se abrió paso en la cartelera limeña de 2019 como un ejemplo de aquellas obras que, durante la última década, han buscado nuevos ángulos para debatir sobre el conflicto armado interno. ¿Cuáles son los puntos más resaltantes que ofrece este unipersonal, tanto a nivel de guion como de puesta en escena, para renovar el debate sobre el pasado reciente?
LATENTE POTENCIALIDAD
El periodo del conflicto armado interno continúa sirviendo a la producción dramatúrgica de creadores muy jóvenes. Tal es el caso de “Quédense cerca de mí”, unipersonal de Marisol Mamani que desarrolla su eje de acción a partir de la figura de Mamá Angélica y los cientos de peruanos desaparecidos. Aquí una revisión a los yerros y aciertos de esta propuesta que aún podría exponenciar sus posibilidades escénicas.
SENCILLEZ Y MULTIPLICACIÓN
Nuestra tradición escénica no es ajena a los unipersonales. De hecho, es un formato sobre el cual se ha explorado mucho más en el último lustro. En este texto analizamos tanto el montaje como los elementos enunciativos de “Una historia de amor israelí”, proyecto realizado por los jóvenes teatristas Macla Yamada y Gonzalo Tuesta.