BESPREKING VAN SARA JOFFRÉ

El siguiente texto es la reproducción del discurso que leyó Lieve Delanoy (actriz belga radicada en el Perú hace más de 40 años) en la presentación del libro “Bagua: ni grande ni chica, simplemente insondable nada más”, obra –hasta ahora- inédita escrita por Sara Joffré en el 2009.

BESPREKING VAN SARA JOFFRÉ

Escribe Lieve Delanoy (1)

 

Sara te echo de menos, pero hoy estás presente más que nunca gracias al regalo que me da tu hija Teresa, presentar tu nueva obra: “Bagua: ni grande ni chica, simplemente insondable nada más”.

Como buena alumna de Sara, lo que hice fue correr al diccionario a buscar insondable.
Insondable: que no puede ser conocido o comprendido por ser misterioso, difícil o impenetrable.

Me atrevo a decir: una Sara diferente, una de las muchas facetas de nuestra dramaturga querida, pero diferente. Una obra escrita con dominio de las técnicas dramatúrgicas pero escrito con mucha indignación y dolor.

A ver si me explico. La Curva del Diablo: una puñalada en la herida abierta de un país que lleva ya 500 años con esta herida que no supimos sanar.

El desencuentro entre tantos pueblos, cada uno con su propia cara, su propio idioma, su propia cosmovisión, sus propios dioses y sus propios demonios.

Vine a este país 40 años atrás y desde el primer día me percaté de la diferencias entre una parte con la otra. De un país oficial cuyos dueños manejaban todos los hilos del poder, del comercio, de la prensa, la televisión y del pueblo, que en estos años se movilizaban en paros combativos contra la dictadura militar.

Gente del pueblo con sus rostros de la sierra, de la selva, de las barriadas de Lima.

Después fui a vivir a una comunidad campesina lejana, quechua, en el sur de Ayacucho y me encontré con otros país, tierra de hacendados y servidumbre pero que igual como todos tenían sus sueños, sus orgullos, su dignidad, pero cuando venían a Lima se encontraban con mucho desprecio y prejuicios, y desgraciadamente lo creían y lo aplicaban hacia su propia gente, asumiendo actitudes grotescas, lo que llamamos alienación.

Un país fracturado como un espejo roto, con una identidad fracturada donde unos fueron ciudadanos y la gran mayoría todavía no.

Sara pone desde el comienzo las diferencias en su texto, directos, sin perdón, como fue ellos, una autenticidad, una honestidad a prueba de balas.

-“Estas personas no son ciudadanos de primera clase.”
-“¿Qué pueden decir 400 mil nativos a 28 millones de peruanos?: Tú no tenías derecho a venir por aquí.”

Creo que un expresidente, panzón, con una mujer de altas cualidades les llamó “perros del hortelano”.

El Perú oficial que no hace ningún esfuerzo para encontrarse con sus pueblos.
De esto se trata la obra.
¿Cómo vamos a querernos como conciudadanos si ni siquiera hacemos esfuerzos para encontrarnos y conocernos?

Estos 400 mil nativos no son los dueños de todo el subsuelo porque ellos no manejan estas reglas de la codicia, de la propiedad privada, de siempre querer más.

No son los dueños pero sí son los vigilantes de estas riquezas, de los bosques, de los ríos, de los animales, de su fauna y flora.

Del río su agua
Del bosque sus árboles
Del cielo sus estrellas
De los pueblos su gente

Nuestra amiga Sara escribe esta obra con mucha indignación. Ella defiende a toda esta gente, sus paisanos, contra la codicia de una clase que no respeta a los demás, este Perú oficial y capitalista.

Esta obra es un acto de resistencia, de decir Kachkaniraqmi (2): sí existimos todavía los diferentes rostros del Perú.

Qué gran tarea nos toca a nosotros los teatristas, actores, actrices y directores dar vida a la resistencia, su cara y la voz de este país multiétnico, multicultural.

Gracias amiga, maestra Sara.

 

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(1) Título en neerlandés, idioma de su natal Bélgica.
(2) Significa “sigo siendo”.

Cabe mencionar que la presentación se hizo el día miércoles 11 de enero del 2017, en la Asociación de Artistas Aficionados del Centro de Lima.